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La tertulia empezó a las 20:30 en punto (de hecho, creo que Sheila Ann y Fernando hasta llegaron un poco antes, igual que Sergi y yo, pero tardamos un ratito en reconocernos) y sobre las 21:00 ya estuvimos 15 personas. Entonces, Beatriz se puso manos a la obra y convenció a los camareros para que nos hiciesen hueco para que pudiésemos sentarnos y disfrutar de las famosas tapas del Indalo, como Dios manda.
Al poco rato llegaron dos traductores más (los últimos comensales) y, sorprendemente dado lo lleno que estaba el local, hasta consiguieron dos sillas. Vamos, que parece que fuese predestinado que todo saliese perfecto.
Por el fondo de la mesa donde tenía el gusto de sentarme, se habló de todo y me reafirmó lo que llevo tiempo pensando: que hay más que suficiente material para sacar una novela (o hasta una trilogía en algunos casos) de la vida y experiencias de cada traductor, y que siempre es un placer hablar con gente tan dispar pero que comparte nuestra profesión como fondo común.
En fin, hablamos de lo nuestro y de lo de los demás (la confidencialidad prohíbe revelar más detalles) y nos lo pasamos bien.
¿Qué conclusión sacamos? Simplemente que hay un grupo nutrido de traductores en el Corredor del Henares con ganas de reunirse de vez en cuando, con lo cual me ofrezco para organizar otra tertulia (a mediados de julio) y, desde luego, se aceptan sugerencias al respeto. Por cierto, al final de la quedada sobró dinero, 7 euros, que se pondrán como bote para la siguiente.
Lo bueno de ir a una "quedada" sin esperar nada, es que estás abierto y todo lo que te encuentras es bien recibido y nada te defrauda, así que me pareció una forma agradable de pasar la tarde/noche. Encontré a gente muy interesante, lo que lamento profundamente es que con otra gente no intercambié ni una sola palabra, así que seguro que me perdí personalidades interesantes!
Desde luego, me sorprendió conocer a tanta gente en el mismos oficio, fue fantástico intercambiar vivencias y pareceres, espero expectante nuestra próxima reunión de julio (¡y las fotos!). Gracias, Andrew y Beatriz, por vuestro esfuerzo. Fue fantástico.
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